"Ratatouille", una delicia exquisita

Maravillado y cautivado son mondos adjetivos que recurro fácilmente para definir lo que un servidor sintió en el momento en que salí del cine y volví al humo de los coches y al batiburrillo de ruidos y edores que tanto caracterizan a mi ciudad. Y es que no daba crédito a lo que había visto. Sabía que Pixar no me decepcionaría, de hecho nunca lo ha hecho, pero no podía imaginar de ninguna manera lo que estaría a punto de presenciar. Sí señores, "Ratatouille" es una obra maestra sin límites ni competidoras, con una animación capaz de quitarte la respiración y seducirte hasta niveles orgásmicos y una historia digna de ser enmarcada, merecedora de ser contada a tus hijos y nietos, haciendo gala de haber asistido en vivo y en directo a un espectáculo de niveles encumbrados.

“Perspectiva”. Esa es la palabra clave en esta maravillosa película. Cuando el personaje de Mr. Ego entra al restaurante donde desarrolla sus habilidades nuestro protagonista Remy, le pide al maitre que le traiga perspectiva. El maitre sorprendido, no entiende, ese plato no está en la carta. Mr. Ego, le explica el sentido de lo que para él es “perspectiva”, y viendo la vulgaridad en el rostro del maitre sentencia con un “quiero que el chef me sorprenda”. Y le dan ‘Ratatouille’.

Pues sinceramente, en esta fábula animada, y utilizando estas palabras, el señor Brad Bird ha encontrado un amigo, rendido ante la magia del cine. Ése, que la cartelera de hoy en día nos suelta a cuenta gotas. Pixar apuesta fuerte… y que continúe con la racha. Y señores, no sé cuáles son los próximos proyectos de Brad Bird pero la verdad es que me da igual, cuando este delante de algo suyo solo diré una cosa: "¡¡ Sorpréndeme !!"