miércoles, agosto 30, 2006

Increible

Bueno, amigos. Puede que hasta ahora solo hayais conocido mi parte superflua, mi caparazón en cuanto a este blog se refiere. Paja y más paja rellenaba a forma de kilobyte la extensión de esta olvidada página conocida por pocos, muy pocos. Pero creo que ha llegado el momento de enseñaros la obra maestra audiovisual más increible jamás creada. Este descubrimiento esta a la altura de la bomba atómica, es como la manzana para Newton, como América para Colón, como el sida para un hipocondriaco o como una buena polla para una virgen. En mi vida había notado tanta fluidez de sangre en mis ojos mientras presenciaba esta gran obra. Me sentia cohibido por tal abrumadora visión, la qual, en harmonía con mi bienestar y mi satisfacción personal, desataron el más carnal y a la vez incólume orgasmo. A partir de ese evento nada volvió a ser lo mismo. El edor dió paso al perfume, mis problemas desparecieron, y mi personalidad cambió a la par que mi visión del mundo, y es que esos 5 simples segundos han hecho de mi vida la tarta más dulce.

Y ahora sí amigos, os dejo que disfrutéis de esta obra maestra, de esta panacea visual.



A veces, por no decir siempre, és más importante la espectación que se crea en torno al evento, que el evento en si. Tenedlo en cuenta a la hora de ver una película o de escribir cualquier cosa. Nos haréis un favor a mi y al mundo. Los que han visto "La Joven del Agua" ya lo saben. Un abrazoooooo.

lunes, agosto 07, 2006

Trilogía de la Urba

Y Nacho Vigalondo dijo: "De un video malo a uno bueno hay una caminata. Pero de la nada a un video malo hay un abismo kilométrico. Y ese es el que hay que saltar. Pero no por pasta ni por gloria ni por reconocimiento ni para follar más ni mierdas de esas que mueven a los que viven por y para los festivales. Hay que saltarlo cuando se abre a nuestros pies. Y eso es todo lo que puedo decir."

Amen

Que viva la gente que le gusta el cine e intenta engrandecerlo. Esta es una muestra.

Pues efectivamente y no



Esos chanantes que no falten en mi blog, por favooooooooooor.

sábado, agosto 05, 2006

Benicàssim


Weno, estamos a 5 de Agosto y ya hace casi dos semanas que no dilato la extensión de este blog. Muchas cosas han pasado y la mayoría de vago interés (trabajar cada día, desayunar cada día, comer cada día, cenar cada día y dormir algunos días) pero sí hay una que engrandece mi lúdico bienestar haciendo sombra a la odiosa parsimonia de las aburridas y calurosas tardes de verano: BENICÀSSIM.

Todo empezó el viernes 21 de Julio. El plan era marcharnos a las 9 de la mañana para aprovechar las dunas y las olas de la ciudad para seguidamente ir al recinto de conciertos y empezar a emborracharnos haciendo tiempo para los grandes conciertos (Pixies y The Strokes). Weno, como he dicho ése era el plan. Pero NOO!! Debido a algunos problemillas con el puto clausor del coche (encima con este nombre va y me jode el día) la llave no giraba. Como siempre estaba en mi línea con los viajes accidentados. NUEVE horas más tarde, repito NUEVE, osease a las putas 19h, y después de haberme mordido todas las partes comestibles del cuerpo (sin pollas que valgan), llegó la grúa. El hombre grúa, con su grasa alquitranada (su cara parecía una fosa séptica) y su cuerpo embutido con el mono azul-negro-gris-caqui-rojizo de faena, sacó una varita mágica en forma de llave inglesa (no es una postura del camasutra, o sí¿?) y utilizó el método mundialmente conocido por los paletos y manazas que no podrían ni arreglar el alambre del bimbo, yo: los golpecitos. Y voilá (como se nota mi erasmus), el coche arrancó. Salimos a las 19h pitando para conseguir ver a los Pixies los cuales tocaban a las 22.20h. No llegamos ni de coña. Justo cuando entramos en el recinto se había acabado. MIERDAAAA, solté con un sobrio grito de desesperación. Veías a la gente regocijandose y sonriendo, antónimos de mi estado de ánimo en aquel mismo instante. Más tarde me enteré que hubo una avalancha de gente y tubieron que suspender el concierto durante una hora, jajjajajaja. Pero la noche no acabó, y los Strokes, sumado de las destapadas y impresionantes chicas, me subieron el estado de ánimo. Al acabar, directos a la playa a dormir (es lo que tiene al no tener el abono de los 4 días, no te dejan dormir en los campings).

El sábado era el día de descanso. No teníamos entrada así que hicimos el perro de una forma exagerada. Fuimos al festival de cortometrages, y da la casualidad que sentados a nuestro lado, los cuales formaban el jurado, estaban Eva Hache, Alaska y Óscar Jaenada (el que hace de Camarón en Camarón, para los incultos de mierda). Ese día hubo demasiados porros. A la noche no sabíamos que hacer. Tirados en la playa intentábamos pensar en otra cosa que no fuera en los magníficos conciertos que hoy no íbamos a ver (Franz Ferdinand entre ellos). Por fín un milagro. Conocimos a unos chavales que nos dijeron que desde el antifib se podían ver los conciertos de puta madre. Y así fue, vimos Franz Ferdinand desde la colina del antifib a vista de helicóptero, con nuestro baso de wisky. Puedo asegurar que fue uno de los mejores conciertos que he visto en mi vida. Ojalá hubiese estado dentro.

El domingo, el despertar en la playa fue duro. El sol con sus látigos de calor torturaba mi vasta piel hasta hacerla enrojecer. Playa, playa y más playa. Bikins por alli, tangas por allá. Estaba en el limbo de los diesel. Sesión de cortos. Esta vez, el gran e inimitable Nacho Vigalondo




presentaba su corto "Choque", y él estaba allí para presentarlo. Vaya crack. En fín, llegó la hora de los conciertos. Nada más llegar encontramos a unos colegas de Sabadell. Vimos a Yann Tiersen. La piel de gallina. Seguidamente una cerveza. Con los colegas fuimos a buscar algo de pikipiki (ezaz drogaz malaz) y lo conseguimos. Juasjuas, vaya fiesta nos esperaba. Una cerveza. Fuimos a ver Madness y me encantó. Cerveza x3. Pikipiki. Depeche Mode, sorprendentes. Cerveza x2. Pikipiki. Ya ibamos todos como las cabras. Placebo. Pikipiki x3. Increible. Yo no me agunataba de pié. Una noche perfecta.

Lunes, confuso despertar en la playa. ¿Como había llegado? Nada importante que contar hasta que llegó la noche. Fiesta en la playa con conciertos entre los cuales había (a parte de la obesa Terremoto de Alcorcón) Miss Kittin. Borrachera máxima. Entre yo y Raul nos bebimos una botella entera de Pasport. Y eso que el Raul no bebe alcohol. Empezó el festival. Mujeres, arena, música y pikipiki. En resumen, un auténtico descontrol.
El despertar del martes fué bastante curioso. El colega Raul justo antes de dormirse se preparó un porrito de buenas noches con mi piedra. El cansancio ejerció la ley física de la gravedad en sus párpados. Así que se quedó dormido durante una horita. Al despertarse le habían robado el móbil, la cartera, mi piedra y hasta el porrito que se había hecho. Manda güevos. Como era él quien conducía, decidió coger el coche de inmediato para llegar cuanto antes a Sabadell y poder llorar, lloraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaar.