Bangkok

Ahora mismo estoy escribiendo desde un cyber con el tiempo justito antes de que se me apague el ordenador asi que, como dijo el pollo, ire al grano.

Llevo tres dias en tierras asiaticas y parece que lleve un anyo. Mi cuerpo ya se ha acostumbrado a la gente de mirada sospechosa, a la comida agridulce de cosecha anyeja, y a los rudos olores que van metiendote hostias en cada bocacalle. Pero a lo que no me he acostumbrado es a la terrible humedad que hay en esta ciudad. En cada momento del dia estoy empapado de sudores, y creedme, es terrible, es una sensacion horrorosa, y mas yo, para los que me conocen, que me estreso y me pongo nervioso. Pero bueno, todo lo demas es el puto paraiso.

Vamos por partes.

Mi llegada fue un poco extranya. Despues de 12 malditas horas de avion y de un jet lag de dos pares de narices, me hice con un ticket de bus con destino a Khao San Road, el paraiso de los mochileros. Es una de esas tipicas calles orientales, llenas de carteles de publicidad y mercadillos de imitaciones, con un ajetreo constante como imno, y la palabra Bath (el dinero de Tailandia) como bandera. Es un sitio hecho exclusivamente para los guiris desorientados como yo. Pero tambien es verdad que es el sitio mas animado, donde puedes beberte una birra en la calle sin ningun problema y donde puedes ver montones de chicas guapisimas.

Asi que me hice con una habitacion en una guest house cualquiera, la primera que encontre, y me instale, despojando sobre la cama ese terrible lastre en forma de mochila que me llevaba siguiendo desde el aeropuerto. Me duche para volver a estar sudado y me eche a andar con mi soledad como companyera de viaje. Millones de sensaciones vinieron a mi, bloqueando mis cinco sentidos sin tiempo a pensar en mis cosas. Mercadillos, Tuk-Tuks (triciclos taxi), templos de todo.

A las nueve de la noche me volvi para el hotel, para apaciguar un poco el jet lag. Asi que me puse ha hacer la siesta. Y eso que me despierto a las cuatro de la manyana con un hambre atroz. Baje y cogi el primero tuk tuk que vi. El tio era de lo mas amabale y le convenci de que me llevase al restaurante mas proximo, con mi ingles de Mostoles, por unos 80 bats (dos euros mas o menos). El chino en cuestion me entendio a su manera, porque la palabra "proximo" se la comio con palillos. El tio me llevo a la otra punta de Bangkok, por callejones oscuros y llenos de vagabundos. Esa tipica situacion donde a la manyana siguiente te despiertas con un rinyon menos.

Al final lleguemos al restaurante. Un sitio vacio pero que tenia buena pinta, como un oasis en el desierto. Entre, y el duenyo del restaurante empezo alabarme y a reirse de mi barba. Me hizo sentar en una mesa de las miles que habian, y me trajo la carta. Dos segundos mas tarde, al alzar la vista del menu impreso, vi que justo sentado delante mio estaba el conductor del tuk tuk esperando a que le pagase la cena. Como parecia un tio honrado, y como el restaurante parecia barato, lo invite. Gilipooooooollaaaaaasssssss de mi. Como me equivoque. La comida de los cojones me costo 2600 bats, que vendrian a ser unos 60 putos euros. Esa fue mi primera envillada del viaje, y jure que nunca mas me volverian a tomar el pelo. Al salir del restaurante con ganas de repartir unas cuantas hostias a todo chino que me mirase con los ojos medio cerrados, me fui a tomar unas cuantas birras con el mismo conductor. El tio empezo a explicarme su vida, y que tenia demasiados problemas en casa. Me ensenyo la marca de la hostia que le habia soltado su mujer la noche anterior. Total, al cabo de 5 birras, me llevo de nuevo al hostal, no sin antes intentarme convencer para ir de putas. Evidentemente le dije que no y me fui a la cama.

Al dia siguiente, a las 9 de la manyana, es decir, 3 horas despues de todo aquello, mi colega Jordi llego de Kho Phi Phi en autobus, una viaje de unas 14 horas, para acabar golpeandome a la puerta. Al cabo de un rato se fue a dormir, y yo camara en mano me fui a hacer el guiri. Visite el Gran Templo de Bangkok. Una maravilla, edificos super recargados de dibujos dorados y estatuas escuidas de budas y dioses con cara de perro o pez. Pero en ese mismo momento se libro una batalla encestral entre esas divinidades y mis sofocantes ataques de calor, los cuales ganaron y me hicieron volver al hotel.

Por la noche, Jordi, Mario (otro colega) y yo salimos de fiesta por una discoteca una poco alejada de la mano de dios. Pareciamos tres magnates rusos. Los tres nos sentamos en un sofa, con una botella de bodka, con bastante dinero que derrochar, y donde precisodiades orientales pasaban dedicandonos una sonrisita inocentona. Nos haciamos llamar Sasha, Misha y Petrobsky. El final de la noche no lo voy a contar, pero ya sabeis por donde van los tiros.

El dia de ayer lo dedicamos unicay exclusiavamente a visitar mercadillos, esta minado, y ha hacer el vago. Comer comida india y ver como perdia la seleccion espanyola de baloncesto. Conocimos a una chica de postal, preciosa, llamada Mihau, que nos llevaba por los rincones mas inospitos de la ciudad, en busca de buenos sitios para comer y para visitar.

Esta misma manyana, con ella, hemos visitado un templo budista, y hemos hecho unas cuantas plegarias.

Manyana por la manyana, nuestro colega Mario cogera el vuelo hacia Barna, y Jordi y yo cogeremos un bus que nos llevara a Cambodja. Y aqui es donde empezara mi viaje de verdad. Cruzar Cambodja, bajarla en barco por el rio que la cruza, llegar a Vietnam, cruzarlo entero en tren hatsa el sur, y de alli, volver en avion hasta Bangkok. Este es el viaje que nos hemos propuesto, y ese sera el viaje que dejare reflejado en este blog.

Hay muchisimas cosas que no he contado, por falta de tiempo y por lo suficientemente intimas como para no escribirlas aqui, pero tranquilos que cuando vuelva os lo intentare contar todo en palabras y podreis ver el documental que estoy preparando junto un cortometraje que estamos haciendo Jordi y yo.

Os dejo, voy a, como no, ducharme. Y a comer algo, si es que se le puede llamar comida. Un besazo a todos y hasta el proximo post.

(Khao San Road, donde me hospedo, una autentica locura)