viernes, marzo 16, 2007

Dulce Obesidad

No sé por qué, pero siento un aprecio bastante intenso por la gente anormalmente rellena. Aunque tenga una día de perros y un humor cercano a lo sádico, si un gordo se cruza por mi camino, instantáneamente me olvido de mi desazonado estrés y me viene un repentino aire de júbilo que me devuelve las ganas e ilusiones para poder acabar el día en condiciones. Gracias a toda esa gente que se olvida del plástico mejor tuneado y que vive la vida sin tapujos y complejos.






1 comentario:

Anónimo dijo...

jijiji es genial XD falta el super meneito del gordi de los goonies XD