He decidido incluir en este humilde blog un apartado dedicado a curiosidades varias que harán las delicias de los amantes de lo bizarro. Un apartado que mantendrá cierta rutina semanal y así tener una adecuada dinámica de escritura que a veces es difícil de alcanzar.
Para inaugurar este apartado hablaremos de los ZAKA.
Cada vez que un terrorista suicida se hace volar por los aires en un autobús de Tel Aviv o en un mercado de Jerusalén, los hombres de chaleco amarillo y aspecto de rabinos no tardan en aparecer. Su misión consiste en recoger uno por uno los restos de los fallecidos y entregarlos a los familiares para que puedan darles una sepultura digna de acuerdo con la ley judía.
Atentado tras atentado, los voluntarios de esta organización llamada ZAKA se encuentran con las escenas más dantescas que pueda presenciar un ser humano: piernas, brazos y pedazos de carne que apenas pueden identificar. “Después de un atentado suicida, -explica uno de los voluntarios- los restos humanos se esparcen por las ramas de los árboles, los tejados y los balcones. Nosotros buscamos los pedazos y los reconstruimos como un puzzle”.
Si os interesa, podéis continuar aquí.
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