Hoy he visto la luz. Hoy he podido presenciar un hecho totalmente sobrenatural que me ha dejado palpitando y totalmente desnudo a merced de su sonido, de esa magia que desprende con cada nota. He llorado como un sauce, y sí, lo reconozco, me he emocionado de una forma extremadamente sublime.
Escuchando la radio, realizando el angosto y tenue camino hacia mi trabajo, he oido una canción, para mi desconocida, de un maestro llamado Paul Mounsey.
No hay comentarios:
Publicar un comentario